Innovaciones para la ética en la producción porcina
En el panorama global en el que nos encontramos, la misión de cuidar nuestro planeta es compartida por todos. La búsqueda constante de prácticas mejoradas en la producción de alimentos éticos ha despertado un creciente interés entre productores, la industria y consumidores, con el objetivo de promover no solo el bienestar animal, sino también mejorar la facilidad de trabajo, la salud humana y la calidad del producto final. La vacunación, siendo una herramienta fundamental para la promoción de la salud animal, plantea el desafío de minimizar el malestar y estrés en los cerdos. Es en este contexto que la vacunación sin agujas surge como una innovación disruptiva con potencial para mejorar significativamente el bienestar de los cerdos durante el proceso de inmunización. Esta aproximación busca reducir el dolor, las lesiones y los riesgos de contaminación cruzada, ofreciendo beneficios no solo a los animales, sino también a los cuidadores y al propio sistema de producción.
La tecnología de vacunación sin agujas utiliza dispositivos de presión para la administración intradérmica de la vacuna, eliminando la necesidad de agujas. Este enfoque innovador ofrece varios beneficios a los animales, personas y al medio ambiente. En primer lugar, la vacunación sin agujas reduce el dolor y el estrés en los cerdos durante la aplicación, proporcionando una experiencia menos angustiante para ellos. Además, al no introducir objetos punzantes en los animales y evitar el intercambio de fómites, se reducen los riesgos de lesiones e infecciones en los animales, así como los accidentes laborales, promoviendo así el bienestar general.
Investigaciones como la de la científica Débora Temple en 2017, observaron la inexistencia de abscesos en la vacunación sin agujas (0 vs. 26%). Estudios más recientes (Scollo et al., 2020; Temple et al., 2020; Dalmau et al., 2021) enfatizan mejoras conductuales notables en los cerdos sometidos a vacunación sin agujas. Estas mejoras incluyen la reducción de intentos de escapar durante la aplicación y una menor frecuencia de vocalizaciones agudas. Estudios de campo han demostrado que la frecuencia de cerdos que intentaron retirarse en el momento de la inyección fue significativamente menor con el proceso de vacunación sin agujas (7% vs. 39%). Además, la frecuencia de vocalizaciones agudas también fue menor en los grupos que recibieron la dosis mediante el dispositivo (7% vs. 32%) y el procedimiento no afectó la actividad general y el comportamiento social y exploratorio de los lechones después de la vacunación, al ser menos invasivo y doloroso que los métodos convencionales, que representan un evento estresante para los animales (Tempo et al., 2020). Además, en pruebas de aprendizaje y aversión, los lechones vacunados sin agujas mostraron menos tiempo para superar desafíos, lo que sugiere una mejor adaptación a los desafíos incluso 2 horas después de la aplicación por aguja (Dalmau et al., 2021). Basándose en estas evaluaciones y datos científicos, la vacunación sin agujas se destaca como una solución prometedora para el bienestar animal.
**Tabla 1:** Resultados de estudios de campo demostraron que la vacunación mediante dispositivo no afectó la actividad general y el comportamiento social y exploratorio de los lechones (Tempo et al., 2020).
La ventaja de la vacunación sin agujas no se limita a los cerdos; también extiende sus beneficios a las personas involucradas en la manipulación y administración de vacunas. La ausencia de agujas reduce los riesgos de accidentes relacionados con pinchazos y lesiones, protegiendo a los trabajadores de la industria porcina. Además, la mejor ergonomía de los dispositivos ayuda a facilitar la aplicación y a minimizar el agotamiento físico durante el proceso de vacunación, contribuyendo a un entorno laboral más seguro y saludable, y en consecuencia, promoviendo el bienestar humano.
Además de los impactos directos en el bienestar animal, la vacunación sin agujas desempeña un papel crucial en la salud general. La reducción del estrés durante la vacunación resulta en animales más saludables y resistentes, haciéndolos menos propensos a enfermedades. Esto, a su vez, puede llevar a una reducción en la necesidad de antibióticos y medicamentos, mitigando los riesgos asociados con residuos ambientales y en la cadena alimentaria. Además, los animales saludables presentan un mejor crecimiento y eficiencia alimentaria, optimizando la producción en general. No menos importante, la vacunación intradérmica sin agujas requiere una dosis sustancialmente menor que las inmunizaciones convencionales, contribuyendo a la reducción de residuos de agujas, frascos y los costos asociados al almacenamiento y transporte.
La vacunación sin agujas emerge como una solución prometedora que combina el bienestar animal y la salud general en la producción porcina. Al minimizar el estrés y el malestar asociados con la vacunación, esta estrategia innovadora establece un entorno más armonioso y seguro para todos los participantes del proceso. La continua investigación y adopción de esta tecnología tienen el potencial de transformar la industria porcina, guiándola hacia prácticas más éticas y eficientes."
Filipe Antonio Dalla Costa
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